El show contó con buen sonido, a diferencia del que se realizó en 2010.
Unas largas telas grises cubrían los instrumentos de Aerosmith mientras la banda caraqueña Del Pez ofrecía un corto repertorio. En ese escenario, se veía cómo los ingenieros de sonido y otros compañeros del equipo de The Global Warming tour corrían de un lado a otro chequeando cables mientras el vocalista Héctor Miranda y sus compañeros interpretaban Ermitaño y En celo.
Tras cinco temas por parte de Del Pez, el equipo que hace que el show de la legendaria banda bostoniana sea posible, continuó verificando cada detalle mientras destapaban la batería y los 19 inmensos amplificadores, que hicieron posible que cada nota de temas como Jaded se escucharan el sábado en todo el estacionamiento del Poliedro, para tranquilidad de los que fueron al concierto de 2010, en que el sonido no fue satisfactorio para los que estaban en el área general.
Luego, lo acostumbrado. Los encargados de afinar las guitarras, el bajo y la batería salieron a escena para comprobar la afinación de los instrumentos y los gritos fueron in crescendo, hasta que a las 8:45 de la noche, 15 minutos antes de lo pautado -lo que fue toda una sorpresa-, apareció Steven Tyler en el inicio de la pasarela que conectaba con el escenario central.
Sin decir palabras de presentación, -¿acaso las necesita?- empezó con sus peculiares movimientos que no dejaban que un centímetro de su cuerpo se quedara quieto, para iniciar con Let the music do the talking. Todos los teléfonos se encendieron para grabar los detalles de las notas que cantó, y por supuesto, las locuras que se le ocurrieron, que no fueron pocas.
Desde beber agua del termo de uno de los fanáticos que estaba pegado en la tarima hasta lanzar su armónica después de tocar la notas finales de Cryin'. Todo acompañado de su peculiar pinta con pantalón blanco, camisa de estampado animal rosada brillante y un sobretodo gris, del que se terminó despojando a medio show.
"Buenas noches Caracas, are you fucking happy now?", preguntó Tyler después de que él y sus compañeros Joe Perry (guitarra), Brad Whitford (guitarra), Tom Hamilton (bajo) y Joey Kramer (batería), pasaron por varias canciones como Love in an elevator, Toys in the attic, Dude (looks like a lady) y las únicas recientes que se escucharon en la selección de 22 temas: Oh yeah y Love a lot que forma parte de Music of another dimension, disco que supuestamente promociona el grupo en la gira internacional Global Warming.
Los solos de guitarra o bajo, también fueron parte del espectáculo. Por ejemplo, Hamilton acompañó al frente del escenario a Tyler para cerrar el tema Same old song and dance con algunas notas desde su bajo amarillo. Y debe decirse, con una energía muy distinta a la que demostró en la rueda de prensa del viernes, en la que parecía que los años ya le habían pasado factura.
Pero nada que ver. A estos músicos que ya superan los 60 años de edad, ahora es que les queda energía sobre la tarima. Tal como demostró el guitarrista Perry cuando se apoderó del escenario con Combination, tema que él compuso para el disco Rock (1976). Ahí Tyler no intervino en la voz, sino que acompañó a Kramer en la batería, mientras Perry se pegó a los amplificadores para que retumbara cada nota.
Los momentos de más calma no faltaron con baladas como Crazy y I don't wanna miss a thing, quizás las más coreadas de la velada. Y para acercar el cierre: una versión de Come together (Beatles) y Walk this way.
Un piano blanco en el escenario anunció la despedida, en el que Tyler interpretó las últimas y setenteras: Dream on y Sweet emotion. Con ese final una sonrisa estampada en varios asistentes que dijeron frases como: ¡Sonó del cara... Definitivamente se reivindicaron!" o "¡El mejor concierto del año, sin duda!".
Tras cinco temas por parte de Del Pez, el equipo que hace que el show de la legendaria banda bostoniana sea posible, continuó verificando cada detalle mientras destapaban la batería y los 19 inmensos amplificadores, que hicieron posible que cada nota de temas como Jaded se escucharan el sábado en todo el estacionamiento del Poliedro, para tranquilidad de los que fueron al concierto de 2010, en que el sonido no fue satisfactorio para los que estaban en el área general.
Luego, lo acostumbrado. Los encargados de afinar las guitarras, el bajo y la batería salieron a escena para comprobar la afinación de los instrumentos y los gritos fueron in crescendo, hasta que a las 8:45 de la noche, 15 minutos antes de lo pautado -lo que fue toda una sorpresa-, apareció Steven Tyler en el inicio de la pasarela que conectaba con el escenario central.
Sin decir palabras de presentación, -¿acaso las necesita?- empezó con sus peculiares movimientos que no dejaban que un centímetro de su cuerpo se quedara quieto, para iniciar con Let the music do the talking. Todos los teléfonos se encendieron para grabar los detalles de las notas que cantó, y por supuesto, las locuras que se le ocurrieron, que no fueron pocas.
Desde beber agua del termo de uno de los fanáticos que estaba pegado en la tarima hasta lanzar su armónica después de tocar la notas finales de Cryin'. Todo acompañado de su peculiar pinta con pantalón blanco, camisa de estampado animal rosada brillante y un sobretodo gris, del que se terminó despojando a medio show.
"Buenas noches Caracas, are you fucking happy now?", preguntó Tyler después de que él y sus compañeros Joe Perry (guitarra), Brad Whitford (guitarra), Tom Hamilton (bajo) y Joey Kramer (batería), pasaron por varias canciones como Love in an elevator, Toys in the attic, Dude (looks like a lady) y las únicas recientes que se escucharon en la selección de 22 temas: Oh yeah y Love a lot que forma parte de Music of another dimension, disco que supuestamente promociona el grupo en la gira internacional Global Warming.
Los solos de guitarra o bajo, también fueron parte del espectáculo. Por ejemplo, Hamilton acompañó al frente del escenario a Tyler para cerrar el tema Same old song and dance con algunas notas desde su bajo amarillo. Y debe decirse, con una energía muy distinta a la que demostró en la rueda de prensa del viernes, en la que parecía que los años ya le habían pasado factura.
Pero nada que ver. A estos músicos que ya superan los 60 años de edad, ahora es que les queda energía sobre la tarima. Tal como demostró el guitarrista Perry cuando se apoderó del escenario con Combination, tema que él compuso para el disco Rock (1976). Ahí Tyler no intervino en la voz, sino que acompañó a Kramer en la batería, mientras Perry se pegó a los amplificadores para que retumbara cada nota.
Los momentos de más calma no faltaron con baladas como Crazy y I don't wanna miss a thing, quizás las más coreadas de la velada. Y para acercar el cierre: una versión de Come together (Beatles) y Walk this way.
Un piano blanco en el escenario anunció la despedida, en el que Tyler interpretó las últimas y setenteras: Dream on y Sweet emotion. Con ese final una sonrisa estampada en varios asistentes que dijeron frases como: ¡Sonó del cara... Definitivamente se reivindicaron!" o "¡El mejor concierto del año, sin duda!".
Los chicos malos de Boston cantaron ante miles de seguidores que plenaron el estacionamiento del Poliedro, rockearon los éxitos y algunos
de los temas incluidos en su más reciente CD “Music from another dimension”La noche del sábado 28 de septiembre fue de puro rock para Caracas con la esperada presentación de Aerosmith. Bajo la producción de Main Event, el espectáculo arrancó con la actuación de la banda venezolana Del Pez, ganadores del Festival Nuevas Bandas 2013. Con atuendos vistosos y una impresionante tarima flanqueada por pantallas gigantes, Steven Tyler, Joseph Perry, Brad Whitford, Tom Hamilton y Joey Kramer se pasearon por varios éxitos de su discografía y algunos incluidos en su más reciente disco “Music from another dimension” .
Los chicos malos de Boston, que han sacudido al público con los conciertos de su gira “The Global Warming World Tour” y han recorrido Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón e Indonesia, cantaron en la capital venezolana ante unas diez mil personas y dejaron en evidencia porqué siguen reinando en el rock tras 40 años de carrera.
Left the Music, Elevator, Toys, Oh Yeah, Lover a lot, Dude Looks like a Lady, Same old song, Cryin´, Last Child, Jaded, Combination, Edge, What it takes, Crazy, Don´t Want to miss a thing, No More, una versión de Come Together de Los Beatles, Walk this way, Dream On y Sweet Emotion formaron parte del repertorio coreado a todo pulmón por seguidores de la legendaria banda que inició en Caracas su periplo por América Latina.
Durante dos horas Aerosmith estremeció al público venezolano y el estacionamiento del Poliedro de Caracas fue escenario de uno de los más grandes espectáculos del 2013.
Steven Tyler y Joe Perry hicieron de las suyas, despertando la euforia de las féminas presentes al llegar hasta el extremo del escenario y subirse sobre un piano blanco durante una de las canciones.
Tras este show, que los reencontró con el público venezolano luego de tres años, la agrupación seguirá su tour por Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Brasil
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